“Como hemos llegado hasta aquí” (parte 2)
Todo lo contado anteriormente, lo que había funcionado durante 70 años, se cae de repente, casi se podría decir de la noche a la mañana. Todos esos valores se van esfumando poco a poco ante la necesidad de la gente de tener que buscarse diariamente la comida, las medicinas, el trabajo, absolutamente todo, llegando a situaciones de autentica penuria. Junto a la caída de la Unión Soviética (CCCP ) se cae la creencia en las instituciones, en el hecho que sirven para algo, pueden ayudar en algo, o te van a resolver algo. Lo único que vale y funciona a partir de entonces es el dinero, única fuerza que se tiene para poder resolver las situaciones de autentico desastre, que se viven en aquel proceso de descomposición y transición de la época soviética al capitalismo salvaje, de golpe.
La gente va sintiendo que el Estado les ha engañado, el pueblo la decisión que toma es pasar olímpicamente del Estado, llegando incluso a sentir vergüenza por ser rusos. Toda la culpa de sus desgracias la tienen los comunistas soviéticos.
La gente sale a la calle a pedir democracia porque no quiere volver a la época soviética, porque ya se tiene información sobre todo lo que existe de lo que pasa en otros países, conocer extranjeros que con el comunismo nunca se va a conseguir. Empieza la locura para obtener una riqueza material que les ha faltado siempre.. Todo lo que se hace es para ganar dinero y para poder salir a vivir al extranjero.
La gente cambia a diario en las calles rublos por dólares y viceversa. Se cambia lo que se calcula que se va a gastar en el día, porque a diario cambiaba el curso del rublo respecto al dólar. El dólar es la moneda que dominaba en el país[M2] en la realidad. Se podía pagar en muchos casos o en rublos o en dólares.
Claro que junto a todo eso, llegan las mafias, y con ella un altísimo nivel de delincuencia descontrolada, en un sálvese quien pueda, ya quien tenga dinero es el rey.
La escasez de productos esta al orden del día, grandes comercios con vitrinas vacías, largas colas para conseguir alimentos, vivir sin saber que va a pasar mañana y si vas a poder comer o no].
Hay que pagar por todo, a la policía, a las administraciones, todo vale, cada uno hace lo que le da la gana, porque todo se compra y no hay ningún control. Para los delincuentes, la vida de una persona en algunos casos, vale una botella de vodka.
Es una etapa de transición donde se da la paradoja en la cual muchas personas tienen aun un trabajo fijo “soviético” , pero en el cual no cobra prácticamente nada por la devaluación, por lo que tiene que dedicarse a otra cosa para poder comer.
Así poco a poco, las mafias van haciendo su trabajo de irse apoderando con la riqueza del país. La Unión Soviética en 1991 se concierte oficialmente en Rusia, este país tiene la mayor riqueza en recursos naturales del planeta, estos recursos prácticamente no habían sido explotados, todo estaba en manos de un Estado que ha desaparecido. Esos recursos naturales están en manos de nadie a comienzo de los 90.
Las mafias matan, organizan a los jóvenes a su alrededor por medio de la fuerza bruta y la extorsión, la violencia, para hacerse con todas las posibles ganancias de cualquier negocio, desde una abuelita que vendía leche condensada en la calle, hasta las fabricas de coches en Taliati o de neveras en Saratov, o cualquier otra industria soviética. Los muertos a manos de mafiosos se hacen cotidianos como en el Chicago de los años 30.
De todo lo que va ocurriendo en esos años creo que lo más importante es “el vacio total a las instituciones” del Estado, que persiste hoy en día, pese a que el gobierno de Putin trata de convencer de que si funcionan. La gran fractura social está en la pérdida absoluta de confianza en las instituciones que se ven todas llenas de corruptos. Se va comprobando que lo único que realmente ayuda es tener dinero, todo lo demás es cuento. Mientras tanto siguen el juego[M5] de que si creen y las apoyan a las instituciones, como en la época soviética, pero veremos cómo actúan si dejan de tener los medios económicos de los que disponen ahora.
La gente resuelve los problemas a través de contactos, mediante dinero, pero no dirigiéndose a las instituciones.
El país se vende al por mayor, a precio de saldo, se hacen grandes negocios en las altas instancias del Estado, por ejemplo Yeltsin y Chernomirdin http://es.wikipedia.org/wiki/V%C3%ADktor_Chernomyrdin venden a empresas americanas de grandes superficies de Rusia donde podrán perforar y extraer petróleo. Todo es un ganar cuanto más mejor.
Por otra parte, cuando se cayó el régimen comunista saltaron los conflictos étnicos y religiosos que habían tratado de resolver con la represión y la ocupación. Consecuentemente comienzan los problemas de separaciones de las Repúblicas Soviéticas, Estonia, Letonia, Lituania, Georgia, etc, y la guerra en Chechenia. Un conflicto que dura ya siglos, y que Stalin trató de atajar deportando a millones de chechenos de su lugar de origen, Chechenia, diseminándoles forzosamente por distintas regiones de Rusia.
Esta etapa de control, posesión en manos mafiosas de la mayor parte de los recursos naturales y la industria del país, el reparto de la gran tarta rusa (los recursos naturales), dura hasta prácticamente la llegada de Putin al poder; cuando este llega al Kremlin esa tarta está ya repartida en manos de las familias oligarcas, los nuevos ricos, gente que se han hecho billonarios de la noche a la mañana, gente como Abramovich, Jodorkovskiy, Projorov y cientos de ellos. Muchos de ellos eran funcionarios en la época soviética, otros niños, como Abramovich que era estudiante y que para poder ganarse la vida en Moscú en los años 90, vendía en la calle patitos de goma para niños, se hizo billonario de la noche a la mañana y acabó comprando el Chelsea Club de football ; todo eso gracias a un chanchullo de negocio de Yeltsin con el petróleo, en el cual invito a participar a un tío de Abramovich, porque este era de la región de Yakutia.
Es en esos años 90 que se pusieron muy de moda a nivel popular los chistes sobre los nuevos ricos o (nuevos rusos) como les llamaban ellos, que eran tipos millonarios pero muy brutos.
Entonces en apenas 10 años la gente de este país, han tenido que pasar por unos cambios radicales prácticamente en todo: cambios de hábitos, costumbres, de mentalidad, caída de creencias, y ha tenido que aprender a comportarse en base a esos nuevos modelos y códigos sociales – mas propios del Occidente capitalista que hasta hora desconocían.
También los años 90, es una etapa de apertura a la sociedad para la mujer rusa, que puede decidir casi en paridad con los hombres. Ya el género en la vida social no es tan importante, como en la época soviética.
En parte gracias a ciertas costumbres de la época soviética, el cambio radical del comunismo al capitalismo no fue violento a nivel de guerra civil porque los rusos disponían de una infraestructura mínima para sobrevivir. No solamente disponían de casas de las que no pagaban prácticamente nada, pero también como buenos campesinos que son, podían en sus dachas sembrar patatas, coles, recoger setas, etc.
También me parece muy importante que ante la caída del sistema soviético, la gente recurre internamente a la formación cultural de otras épocas mucho más antiguas, recurriendo psicológicamente a las raíces tradicionales para poder subsistir en el caos de valores. Lo que en la época soviética eran simpes costumbres, en los años 90 se convierten en todo un referente interior para poder subsistir.
Y es ahora cuando a través sobre todo de los jóvenes, cuando se comienza realmente un proceso de ruptura entre esa época y los nuevos tiempos.
La oposición creciente al régimen no es pues únicamente la expresión de una protesta política contra un líder en concreto, sino la rebelión contra contra todo lo que no funciona y contra todo un montaje que sigue sirviendo a unos pocos.
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